
Los trajes de irreal belleza que las hadas confeccionan
para sí mismas son usados especialmente en sus fiestas.
Estas celebraciones conmemoran algunas fechas importantes
como el aniversario de su origen, un traslado de un país
a otro, la fecha en que un hada se hizo humana para amar
a un mortal o volvió a convertirse en hada, y cosas así.
En estas fiestas lucen las mejores galas y se pasean
orgullosas por delante de otros seres mágicos a los que
suelen invitar, como es el caso de elfos, gnomos, y también
algunos duendes de la región.
Estas fiestas se realizan por lo general en el claro
de un bosque, en el cual se forman corrillos de danza que
invariablemente responden a la guía de la Reina, siempre
modelo a imitar en cualquier que sea el caso.
Danzan y cantan en el claro de la luna, girando en todas
direcciones para seguir las intrincadas coreografías
de estas ocasiones, basadas en saltos a enormes alturas
y en volteretas acrobáticas y elegantes que las hadas
realizan con excelsa naturalidad; pero sus invitados,
los gnomos, suelen verse en dificultades para seguirlas.
La música que acompaña estas celebraciones no proviene
solamente del canto feérico y mágico de las hadas, sino
también de las hojas arrulladas por el viento, el rocío
que gotea de ellas, el balanceo de las flores
y su campanilleo en el rumor de la brisa nocturna.
compartido por Duendes Avalon