La dieta juega un papel fundamental a la hora de controlar la ganancia de peso, mantener la tensión arterial a raya y evitar la subida de colesterol malo.
Esta debe ser rica en frutas (vigilando aquellas que más azúcar tienen: banana, dátiles, uvas pasas, coco, por ejemplo), verduras y hortalizas, así como alimentos que contengan calcio como los lácteos para evitar el riesgo de osteoporosis.
Debe reducirse el consumo de grasas y azúcares (el alcohol, por ejemplo, lo contiene).
La vitamina D es fundamental para la absorción de calcio, fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. El sol ayuda a sintetizarla. El pescado azul como el salmón, el atún en conserva, el huevo y algunos alimentos fortificados la contienen.
El pescado azul y los frutos secos como las nueces también contienen un ingrediente esencial en la menopausia, los omega 3: previenen problemas cardiovasculares, regulan el estado de ánimo y pueden reducir la aparición de sofocos.