Autor Tema: EL PAPA PIDE SUPERAR LAS CONTROVERSIAS Y MALOS ENTENDIDOS (Leído 171 veces)

🍹Primavera🍒 · « **on:** 31 de Octubre de 2016, 04:31:13 pm »

EL PAPA PIDE SUPERAR LAS CONTROVERSIAS Y MALOS ENTENDIDOS

Celebración en Lund: Francisco pide superar las “controversias y malentendidos” entre católicos y luteranos
31.10.2016
Histórica ceremonia ecuménica en la Catedral Luterana de Suecia, en el V Centenario de la Reforma

El papa Francisco, flanqueado por los representantes de la Federación Luterana Mundial, Munib Younan (izq.) y Martin Junge

MARÍA GÓMEZ | “Como miembros de un solo cuerpo, se les convoca a la paz”. Lo ha dicho el papa Francisco y es una de las mejores frases para resumir lo que hoy ha ocurrido en Suecia, en la Catedral Luterana de Lund, que ha acogido una ceremonia ecuménica conjunta entre católicos y luteranos para conmemorar los 500 años de la Reforma y poner en valor las últimas 5 décadas de esfuerzos conjuntos a favor de la unidad. En definitiva, una ceremonia positiva, emocionante y muy sentida que, a pesar de previas críticas internas, ha sido exitosa; solemne en el fondo y en las formas, y cuyos discursos han estado también a la altura. Especialmente significativa ha sido la homilía del Obispo de Roma, que ha incluido una petición de “perdón” por los “errores” del pasado y el agradecimiento por los “dones de la Reforma” y por la “experiencia espiritual” de Martín Lutero, el monje agustino que en 1517 cuestionó a la Iglesia de Roma y dio lugar a la ruptura y surgimiento de la Reforma luterana.

El acto central del día –y de este viaje, que se prolongará hasta mañana martes– ha sido la oración ecuménica conjunta que comenzaba en la Catedral Luterana de Lund hacia las 14:30 h. Recibía a Francisco la arzobispa Antje Jackelén, Primado de la Iglesia de Suecia; y el obispo católico de Estocolmo, Anders Arborelius, junto a los cuales se dirigió en procesión hasta el altar. Allí le esperaban, y con el Papa han presidido toda la ceremonia, Munib Younan y Martin Junge, presidente y secretario general, respectivamente, de la Federación Luterana Mundial.

Reverendo Junge: “Jesús nunca dejó de hablarnos a nosotros”

El reverendo Junge ha sido el encargado de pronunciar el sermón, basado en la lectura del Evangelio de Juan, 15, 1-5 (“Yo soy la vid verdadera”). Junge habló de “las ramas que, por no dar frutos, son separadas de la vid”, y lamentó que “es así como nos hemos visto los unos a los otros: como ramas separadas de la vid verdadera, que es Cristo”. Pero aplaudió a los hombres y mujeres, teólogos y mártires que “antes de poder imaginar una celebración como esta, ya se reunían para rezar juntos y hacer comunidad y que ya dialogaban. Siento gratitud por estos profetas”.

El luterano se alegró de que, “incluso en aquellos períodos en que dejamos de hablarnos, Jesús nunca dejó de hablarnos a nosotros”, y recordó que “es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa. Somos ramas de la misma vid desde el bautismo”.

Hacia el final de su alocución, pidió que “si Dios mañana nos viera con piedras en nuestras manos, no sea para arrojarlas unos contra otros, ni para levantar murallas de separación ni exclusión. Quiera Dios encontrarnos utilizándolas para construir puentes, casas donde reunirnos y mesas donde poder compartir el pan y el vino”

Papa Francisco: “El mundo espera nuestro testimonio de misericordia”

El Papa ha visto en este encuentro de Lund, y en general en el contexto de este V Centenario de la Reforma, “una nueva oportunidad para acoger un camino común” y para “reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros”. “No podemos resignarnos a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre nosotros”.

A Francisco no le han dolido prendas en pedir “perdón”, pues “solamente Dios es el juez”. “Debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error”: reconocer que “la división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios”, admitir que la separación fue perpetuada “por hombres de poder” más que por la voluntad del “pueblo fiel” y lamentar que “nos hemos encerrado en nosotros mismos por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente”.

El Obispo de Roma se queda con lo que ha llamado “dones de la Reforma”, agradeciendo, por ejemplo, que “ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia”. “Pidamos al Señor que su Palabra nos mantenga unidos, porque ella es fuente de alimento y vida; sin su inspiración no podemos hacer nada”, añadía.

Asimismo, ha destacado a Martín Lutero, cuya experiencia espiritual “nos interpela y nos recuerda que no podemos hacer nada sin Dios. ‘¿Cómo puedo tener un Dios misericordioso?’. Esta es la pregunta que perseguía constantemente a Lutero”.

Después de 50 años de esfuerzos ecuménicos tangibles entre católicos y luteranos, Francisco ha animado a seguir trabajando en el “don de la unidad”, algo de vital importancia de cara al resto de la sociedad: “‘Danos el don de la unidad para que el mundo crea en el poder de tu misericordia’. Este es el testimonio que el mundo está esperando de nosotros. Los cristianos seremos testimonio creíble de la misericordia en la medida en que el perdón, la renovación y reconciliación sean una experiencia cotidiana entre nosotros”.

“Luteranos y católicos rezamos juntos en esta Catedral y somos conscientes de que sin Dios no podemos hacer nada; pedimos su auxilio para que seamos miembros vivos unidos a él, siempre necesitados de su gracia para poder llevar juntos su Palabra al mundo, que está necesitado de su ternura y su misericordia”, finalizaba el Papa.