En mi infancia me encantaba jugar con las efímeras, me gustaba poner la mano enmedio del grupo de efímeras.
Lo que no sabía es que esos pobres insectos eran tan pobres que por tener no tenían ni boca.
Tampoco sabía que su única y árdua lucha era el de conservar la especie, por tanto su tarea por la que nacían era la de reproducirse.
Bueno lo positivo que tenía su corta vida es la de disfrutar del sexo.
Bien todo eso no lo sabia d eniña solo me gustaba jugar con ellas.
Me gustaría vivir d enuevo esa expriencia!