PRIMEROS EN SUBIR AL MONTE ARARAT

[🍹Primavera🍒]

PRIMEROS EN SUBIR AL MONTE ARARAT
Cómo los científicos rusos escalaron el Ararat
por primera vez desde los tiempos bíblicos
El complejo montañoso consta de dos picos que son los más altos,
el Ararat y el pequeño Ararat.
El monte Ararat es uno de los llamados "cincomiles"


“Vista del Pequeño y Grande Ararat desde el pueblo tártaro de Sirbagan”, Foto: Wikipedia.

Entre todos los picos montañosos del mundo, hay uno especial. El no es la más alto ni el más inaccesible. Pero su significado simbólico es enorme y no hay persona en la tierra que no haya oído hablar de él incluso en los tiempos más antiguos. Y todo porque en la Biblia se indica como el lugar de salvación de la humanidad después del diluvio global. Este es el Monte Ararat. Y por primera vez desde Noé, los exploradores rusos alcanzaron su cumbre hace exactamente 195 años, el 9 de octubre de 1829.

Los europeos le dieron el nombre de Ararat a la montaña. Durante miles de años, los pueblos locales lo llamaron de manera diferente y cada uno a su manera. Pero el nombre del pico realmente tiene raíces armenias.

Ararat es el nombre asirio de todo el antiguo país de Urartu, los antepasados ​​​​de los armenios, que existió en los siglos IX-VI a.C., es decir, apareció en una época en la que ni siquiera existía Roma. Con este nombre, la montaña fue incluida en la Biblia, ya que se cree que fue en ella donde desembarcó el arca de Noé y su familia, y desde aquí comenzó el reasentamiento de la gente.


Así lo llamaban los europeos, incluidos los rusos. Cuando Transcaucasia fue anexada a Rusia, con la difusión del idioma ruso, los residentes locales también comenzaron a llamarla Ararat, que se convirtió en un nombre generalmente aceptado para la montaña, comprensible para todas las naciones. Ahora la montaña se encuentra en Turquía y se considera el punto más alto de este país: 5165 metros.

Pero nadie había estado nunca en su cumbre antes de 1829. Entre la población local, incluso la idea misma de escalar el Ararat durante mucho tiempo fue considerada blasfema, atrevida e impía. Los europeos lo caracterizaron de manera mucho más prosaica: las pendientes empinadas y escarpadas simplemente lo hacen inadecuado para escalar. Así fue hasta que comenzó a desarrollarse el montañismo.

Durante mucho tiempo fue imposible acercarse a Ararat con fines científicos; siempre había algún tipo de guerra allí. Los clanes locales hicieron estragos y unos pocos viajeros lograron ver su cima. Pero después de la siguiente guerra ruso-turca, la zona pasó a formar parte del Imperio ruso y aquí, por primera vez en muchos, ni siquiera siglos, sino milenios, reinó la calma.

Los científicos no dejaron de aprovechar esta circunstancia. Y, sobre todo, Johann Friedrich Parrot, que en Rusia se llamaba Ivan Ivanovich. Físico, naturalista, médico, biólogo, incluso todo un género de plantas recibió su nombre. Posteriormente, rector de la Universidad Imperial de Dorpat.

La expedicionarios al mando de Parrot llegan a Etchmiadzin, centro cultural y religioso de Armenia, donde el Catholicós (Maxima autoridad d ela iglesa) de los armenios les acoge con toda cordialidad. Siguiendo sus instrucciones, a la expedición se une el traductor y guía, diácono del monasterio Khachatur Abovyan.

En el pueblo de Akori, a orillas del Araks, los residentes locales también ayudan lo mejor que pueden: asignaron personas y bueyes para que los acompañaran. La expedición realiza simultáneamente registros científicos de la zona, la flora y la fauna. La base fue el monasterio de San Hakob cerca de Ararat.

La subida a la cima no tuvo éxito de inmediato, sino sólo en el tercer intento. El primer grupo era pequeño: el propio Parrot, Shiman, un cosaco y un residente local. Subimos por el lado este, pasamos la noche a 3502 metros de altitud, pero después de ascender un kilómetro más nos topamos con glaciares. Al no tener ropa de abrigo ni provisiones de alimentos, no se atrevieron a ir más lejos.

Inmediatamente comenzaron los preparativos para la segunda ascensión, esta vez por la vertiente occidental. Abovyan pidió unirse al grupo de asalto, pero Parrot, creyendo que no estaba preparado, se negó durante mucho tiempo, pero luego aceptó. Esta vez había más personas y suministros antes de la primera noche: 12 personas.

Pasamos la noche a una altitud de 3704 metros en el valle de Kip-Gel, luego, por la mañana, el grupo de asalto comenzó a ascender. Se topan con un glaciar, pero tras cortar escalones lo superan. Luego el siguiente. Llegan a un lugar llano a una altitud de 4591 metros y se detienen: el tiempo ha empeorado drásticamente. Pero erigen una cruz, que es visible desde Ereván (Capital de Armenia). A través de binoculares.

Se desata una tormenta que obliga a detener el ascenso, pero Parrot y la expedición están convencidos de que esta vez la dirección de ascenso se ha elegido correctamente. Los elementos azotaron la cima durante varios días, que la expedición dedicó a la investigación científica en las tranquilas tierras bajas: compiló y perfeccionó mapas y realizó diversas mediciones.

El 6 de octubre (24 de septiembre, estilo antiguo) el mal tiempo empezó a amainar. En los últimos días, Parrott ha llegado a la conclusión de que el principal motivo del fracaso es el tiempo. En condiciones climáticas inestables, no se puede perder y el ascenso debería ser más rápido. Todavía no puedes prescindir de pasar la noche, pero es necesario que sea lo más alto posible.

El 8 de octubre se inicia el ascenso por el lado noroeste; sólo se hace una parada en el valle de Kip-Gel. Aquí cargan con toda la carga, tres personas permanecen con los bueyes en el campamento, los nueve restantes continúan subiendo. Pasan la noche a una altitud de 3910 metros al borde de las nieves eternas.

A las 5.30 horas del 9 de octubre (27 de septiembre) comienza el ascenso. Esta vez el clima es favorable: brilla el sol, la nieve se está derritiendo un poco, el agarre es mejor y es más fácil caminar. Pero hay menos gente. Un aldeano enfermó durante la noche y dos más, cansados ​​hasta el agotamiento, regresaron al campamento. Sólo seis personas estaban preparadas para el asalto.

Tras superar colinas y varios campos glaciares, a las 15:15 la expedición se encontró en la cima del Ararat. Allí estaban Johann Friedrich Parrott, el diácono Khachatur Abovyan, los campesinos de la aldea de Arguri Hovhannes Ayvazyan y Murad Poghosyan, los soldados de la 41ª Brigada Jaeger Alexey Zdorovenko y Matvey Chelpanov.

Se convirtieron en los primeros conquistadores de Ararat en el mundo. En señal de ello, Abovyan colocó una cruz de madera en la nieve, y como prueba Parrot tomó solo un trozo de hielo, envuelto en una bufanda, ya que todo el pico del legendario Ararat estaba cubierto de nieve blanca y pura.

Si leíste hasta aquí, puedo decirte que yo pude hacer corto el tema, pero me pareció una historia apasionante debido a la importancia del tema. Y todo por ser el lugar donde aun se sigue buscando el Arca de Noé.

Fuente; Glagol

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