Autor Tema: Diario del Arzobispo Romero-1980-sábado 8 de marzo (Leído 79 veces)

☀️Amor Mío☀️ · « **on:** 02 de Marzo de 2024, 05:00:07 pm »

Diario del Arzobispo Romero-1980
Sábado 8 de marzo

A las diez y media, fui a bendecir la Iglesia del cantón "El Salitre" de la Parroquia de Tejutla. Un poco más de una hora de camino y la gente me esperaba en el desvío, para acompañarme, a pesar del polvo, a pie, hasta la Ermita donde el Padre Valerio y el Padre Gabriel Rodríguez, junto con otros seminaristas, presidian un buen grupo de gente que también esperaba. Prediqué sobre lo que significa una Iglesia, centro de unión de la familia cristiana, encuentro con el Señor y sentido de la trascendencia de la vida. Después de la Misa se entabló un diálogo de mucha confianza, en que los feligreses hicieron varias preguntas de carácter religioso y práctico y dieron también algunas sugerencias. Aplaudieron grandemente cuando les dije que nuestra emisora posiblemente salia mañana, pero que si no, era porque había dificultades muy graves que se estaban tratando de superar, pero que no era seguro que se superasen este mismo día; pero que si querían escuchar, posiblemente también la emisora de Costa Rica, Radio Noticias del Continente, transmitiría a onda corta.

Fui a visitar al anciano papá de Felipe de Jesús Chacón, muerto de forma violenta, catequista, a quien consideran allá mártir de nuestra fe. Es también muy simpática esta gente, acoge con mucho cariño y se desvive por dar, a participar de lo poco que tiene.

Por la noche, con el padre EllaCuria y el Padre Estrada, Monseñor Urioste, la niña Doris Osegueda, el Bachiller Cuéllar y el Padre Rafael Urrutia me asesoré para las noticias de informaciones de la homilía de mañana.

La familia del joven matrimonio Castellanos, asesinados ayer, después de unos ocho días de secuestro, me visitó para suplicarme que sus cadáveres estuvieron en la Misa de las ocho en la Basílica, porque tenían especial interés en que yo celebrara la Misa por su eterno descanso. En este gesto de amabilidad, vi yo que era necesario conceder esta petición, aún, advirtiendo el ambiente festivo que se hace en nuestras Misas, pero que visto con espíritu de esperanza y oración, no desdecía ese ambiente a la tristeza de este hogar.

A última hora me dicen que no ha sido posible hacer funcionar la nueva planta de YSAX y por eso no va a poder transmitir la Misa de mañana, aunque insistí en que buscaran a la Radio Noticias del Continente, de Costa Rica, que se ofreció para este servicio, mientras no estuvieron nuestra YSAX.

Este día fue nuevamente tomada la Catedral por FENASTRAS para velar nueve cadáveres, que fueron víctimas de esta ola represiva que esta mos viviendo. Hay otros muertos que tendrán sus funerales en otras partes. Me pidieron que si celebraba la Misa oficial en Catedral, les dije que no iba, porque tenía ya arreglada la Basílica para la Misa dominical, en vista de esta incertidumbre de las ocupaciones. Y les suplicaba que la dirigencia analizara, evaluara estas tomas, teniendo en cuenta las inconveniencias que ya señalamos en un diálogo anterior. Me dijo que no había
avisado de la ocupación porque tuvo que ser una estrategia rápida, ya que los del Bloque Popular Revolucionario iban a tomársela para fines de denuncia y ellos tenían urgencia de tomarla para tener allí sus cadáveres en velación esta noche.

Páginas 417-418

Archbishop Romero’s Diary-1980-Saturday, March 8

At ten-thirty I went to bless the church of the village of El Salitre in the parish ofTejutla. A little more than an hour on the road and the people were waiting at the detour to accompany me, in spite of the dust, on foot to the shrine, where Father Valerio and Father Gabriel Rodríguez, along with some seminarians, were presiding over a good-sized group of people who were also waiting. I preached on what a church means: a center of unity for the Christian family, an encounter with the Lord and a sense of the transcendence of life.

After Mass there began a dialogue with great confidence. The parishioners asked several questions of a religious and practical nature and also made some suggestions. They applauded greatly when I told them that our transmitter would possibly be broadcasting tomorrow. If not, it is because there are very serious problems that we are trying to overcome, that we were not sure that they would be resolved that same day, but that if they wanted to listen, possibly the station from Costa Rica, Radio News of the Continent, would also broadcast it on shortwave.

I went to visit the elderly father of Felipe de Jestis Chacon, who had died violently, killed a catechist who is considered a martyr for our faith. These people are also very warm. They receive one with great affection and go out of their way to share the little that they have.

In the evening, with Father Ellacuria and Father Estrada, Monsignor Urioste, Miss Doris Osegueda, Bachiller Cuellar and Father Rafael Urrutia, I received advice for the informational part of tomorrow's homily.

The family of the young Castellanos couple, who were killed yesterday after being kidnapped eight days earlier, came to ask me to have their bodies at the eight o'clock Mass at the basilica because they especially wanted me to celebrate the Mass for their eternal rest. From this gracious gesture, I decided I should grant their petition. I warned them, however, of the festive atmosphere that exists in our Masses-but looked at with a spirit of hope and prayer, this atmosphere will not clash with the sadness in that home.

It was very late when they told me that they had not been able to get the new transmitter base of YSAX to work. Because of that, they will be unable to broadcast tomorrow's Mass. I insisted that they contact Radio News of the Continent in Costa Rica, which had offered to provide this service as long as YSAX is not in operation.

Today the cathedral was taken over again by FENASTRAS to stand watch over nine bodies, victims of this repressive wave in which we are living. There are other dead whose funerals will be held elsewhere. They asked me if I could celebrate the official Mass in the cathedral. I told them no because I had already arranged to have the Sunday Mass at the basilica because of the uncertainty of the occupations. And I begged the leaders to think about, evaluate these occupations, taking into account the difficulties that we had discussed in a previous dialogue. They said that they had not given previous notice of the occupation because it had to be a rapid action, since the Popular Revolutionary Bloc had been going to take it over to use it as a protest, and that they had a urgent need to take it in order to have the bodies there for the viewing this evening.

Pages 513-5143