Autor Tema: Diario del Arzobispo Romero-1980-jueves 6 de marzo (Leído 79 veces)

☀️Amor Mío☀️ · « **on:** 02 de Marzo de 2024, 04:57:06 pm »

Diario del Arzobispo Romero-1980
Jueves 6 de marzo

En el desayuno consulté a Monseñor Urioste sobre la conveniencia de atender la invitación de Casa Presidencial hoy a las once para promulgar la Ley de Reforma Agraria, vió él más detenidamente el aspecto positivo que es apoyar una causa que beneficia al pueblo, pero también vió el aspecto negativo de un Gobierno en que está incrustada una línea de grave represión. Y concluimos, igual que anoche, de que no iría personalmente, sino que enviaría al Padre Cortés como representante.

A las once y media, en una cadena de radio-televisión, desde Casa Presidencial fue promulgada solemnemente por el coronel Majano, la Reforma Agraria. Inmediatamente se dió una Ley de Estado de Sitio, para evitar los transtornos que pueda traer esta disposición.

Por la tarde, he platicado con miembros de las Ligas Populares 28 de Febrero y también con algún miembro del FPL, y ambos descalifican la medida gubernamental como una reforma que no va al fondo de la transformación que el país necesita, sino que es una nueva manera de apañar nuestra situación de injusticia y de quedar bien internacionalmente y de admitir una intervención de Estados Unidos. En estos análisis bastante profundos, hay muchas cosas que cuestionamos con Monseñor Urioste, que estuvo presente en la primera reunión, y a las preguntas, respondieron con mucho convencimiento estos obreros y campesinos políticos, que no hay duda profundizando mucho en la situación verdadera de nuestro país. Pedimos a Dios que no vaya a acelerarse esta violencia que se ve venir, ya que la izquierda y los grupos políticos populares, no ven otra salida para la verdadera transformación del país que el...
Páginas 414-415

Archbishop Romero’s Diary-1980-Thursday, March 6

At breakfast I consulted Monsignor Urioste about the wisdom of accepting the invitation to the presidential house today at eleven o'clock for the proclamation of the agrarian reform law. He saw very clearly the positive aspect, which would be to support a cause which will be of benefit to the people, but he also saw the negative side of a government that is characterized by a very repressive policy. And we decided, as we had last night, that I would not go in person, but that I would instead send Father Cortes as my representative.

At eleven-thirty on a radio-television network the law of agrarian reform was solemnly proclaimed by Colonel Majano from the presidential house. Immediately, a state of emergency was declared in an attempt to avoid the uproar this decree could create.

In the afternoon I talked with members of the Popular Leagues of February 28 and also with a member of the FPL. Both of them discount the government measure as a reform that does not make changes at a deep enough level to meet the needs of the country but is instead another way of putting a patch on an unjust situation, looking good in international circles and allowing the interventiOn of the United States. There are many points in these fairly profound analyses that Monsignor Urioste and I questioned-he was present at the first meeting-and these worker and peasant politicians answered the questions with great conviction. There is no doubt that they are analyzing the real situation of the country in great depth. We ask God that the violence that we see coming will not accelerate, since the left and the popular political groups do not see any other way to achieve a real transformation of the country so that the.

Pages 510-511