MAX Y LAS GALLETAS
Había una vez un perro llamado Max que vivía en una pequeña ciudad.
Max era conocido por su amor por las galletas de perro. Un día, Max descubrió que su dueño había comprado un nuevo tipo de galleta de perro. Estaba emocionado y no podía esperar para probarlas.
Cuando su dueño abrió el paquete, Max saltó de alegría. Pero en lugar de comer las galletas de inmediato, decidió esconder algunas para más tarde. Max era un perro inteligente, así que encontró los lugares más inusuales para esconder sus galletas.
Escondió una galleta en el jarrón de flores, otra en la caja de herramientas de su dueño, e incluso una en el buzón. Max estaba tan ocupado escondiendo sus galletas que no se dio cuenta de que su dueño estaba observándolo y riendo.
Al día siguiente, Max fue a buscar sus galletas escondidas. Pero para su sorpresa, ¡las galletas habían desaparecido! Max estaba confundido. Buscó en todos los lugares donde había escondido las galletas, pero no pudo encontrar ninguna.
Justo cuando estaba a punto de rendirse, vio a su dueño sonriendo y sosteniendo las galletas. Resulta que su dueño había estado siguiéndolo y recogiendo las galletas que Max había escondido.
Max aprendió una valiosa lección ese día. Aunque es divertido esconder galletas, ¡es aún más divertido comerlas! Desde ese día, Max decidió disfrutar de sus galletas de perro en el momento en lugar de esconderlas para más tarde. Y cada vez que su dueño traía a casa un nuevo paquete de galletas, Max saltaba de alegría, listo para disfrutar de su deliciosa golosina.