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Autor Tema: Homilías de San Romero 1 de marzo_15 de marzo de 1979  (Leído 2 veces)

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Homilías de San Romero 1 de marzo_15 de marzo de 1979
« on: 23 de Diciembre de 2022, 01:48:12 am »
Homilías de San Romero 1 de marzo_15 de marzo de  1979



JUEVES 1o de marzo
Por la mañana, mucha actividad de entrevistas en el Arzobispado. Una
de las más interesantes fue la del grupo de catecumenado, que viene a
trabajar a las comunidades catecumenales que ya existen entre nosotros.
Por la tarde celebración de la Hora Santa tradicional en el Hospital de
la Divina Providencia.
Cené con Monseñor Rivera, con quien también platicamos principal-
mente de nuestra vida jerárquica en El Salvador y de la celebración de la
Conferencia de Puebla. También comentamos la próxima visita, el 10 de
marzo, a San Miguel, de todos los obispos llevando a la Virgen de la Paz
el documento de Puebla. Estuvimos de acuerdo en dar un testimonio de
unidad, al mismo tiempo que manifestamos nuestra inconformidad con las
cosas anómalas de la Conferencia Episcopal.
Con el doctor Semsch tuve una entrevista muy útil para mi salud psi-
cológica.
Noche, entrevista del joven empresario señor Muyshondt para planear
la reunión que tendrá lugar al día siguiente en su casa de la Colonia San
Benito.

VIERNES, 2 de marzo
Una mañana también de mucha actividad en el Arzobispado. A la hora
el desayuno, el señor Sigfrido Munés, desayunó conmigo y platicamos am-
pliamente de la situación del país y de los posibles diálogos, que podían
hacer de parte de la Iglesia una buena colaboradora en este momento tan
difícil. Quedamos de reunirnos al día siguiente con Monseñor Urioste, el
doctor Chávez del Demócrata Cristiano, y el señor Munés.
Por la tarde, la reunión con los empresarios promovida por el señor
Muyshondt fue bastante positiva. Por parte nuestra fueron conmigo Mon-
señor Urioste y el Padre Ernesto Abrego, párroco de San Benito. Los invité
a que expusieran todo lo que tuvieran contra la Iglesia a fin de desahogar
cualquier resentimiento, cualquier aire de separación y fueron muy francos.
Nos dio oportunidad para defender la posición de la Iglesia y, al mismo
tiempo, ofrecerles que, en aquellas cosas en que ellos tuvieran razón, está-
bamos dispuestos a aceptar la verdad. Al terminar, se notaba un ambiente
muy positivo porque nos comprometimos a una reunión dentro de quince
días.
Por la noche, en la casa de retiros espirituales y convivencias, El Des-
pertar en San Antonio Abad, donde fueron muertos trágicamente el Padre
Octavio y cuatro jóvenes, celebramos, con la presencia de muchas comuni-
dades, la Eucaristía en el día cuarenta de la muerte trágica de aquellos
hermanos nuestros. Fue muy hermosa la concentración, la participación. A
la hora del ofertorio, se les entregó a las cuatro madres de los cuatro jóve-
nes, cuatro ramos de flores rojas. Lo mismo al papá del Padre Octavio que
estaba presente, lo cual conmovió a la muchedumbre. En mi homilía, tam-
bién agradecí a las familias habernos dado esos templos de muchachos, a
los que Dios escogió para ofrecer el supremo testimonio de amor.

SÁBADO, 3 de marzo de 1979
Desayuno de consulta con Monseñor Urioste, Sigfrido Munés y el doc-
tor Chávez. Muy interesante acerca de la situación actual del país y de la
convivencia de un diálogo que sea en búsqueda del bien de nuestro pue-
blo. Se me aseguró, que teniendo la solvencia moral que he logrado, no se
compromete nada al buscar con sinceridad un diálogo, en un ambiente
privado, con el Gobierno. De mi parte, insistí que la manera de dialogar
entre grupos de la Iglesia, del capital y del Gobierno me parece más ade-
cuado como preparación para el diálogo que se menciona.
Al medio día, visita de una familia que me cuenta de un hijo captura-
do junto al cuartel San Carlos y llevado luego a cuarteles de la Policía o la
Guardia Nacional, fue cruelmente torturado y llevado al hospital. Yo fui al
hospital y vi su situación sumamente grave. Mejor dicho, en posición agónica.
He comprobado, una vez más, ¡qué poco respeto hay para el hombre en
nuestra situación nacional!. Tomé nota para denunciar el caso en mi homi-
lía de mañana.
Dediqué la tarde y la noche a preparar dicha homilía.

DOMINGO, 4 de marzo
Primer domingo de Cuaresma. El tema fue: "CUARESMA, RENOVA-
CION DE NUESTRA ALIANZA CON DIOS". Y siguiendo las lecturas de
este domingo, hablé de la historia de la alianza. Cristo clave de nuestra
alianza, y el bautismo, incorporación del hombre en la alianza con Dios.
Invité a prepararnos para una digna celebración de la Pascua, ya que esta
es la meta de la celebración de la Cuaresma. Al terminar la parte doctrinal
de la homilía se fue la luz y tuve que suspender la predicación para con-
tinuar la Misa y después de Misa, dada la bendición, y diciendo que los
que quisieran quedarse oirían la parte noticiosa y de denuncias, casi toda
la Catedral permaneció en su puesto hasta escuchar el último aviso y salir
conmigo a la despedida en la puerta de Catedral.
Por la tarde fui a San Antonio Abad. Una reunión con los principales
dirigentes de aquella comunidad y estudiamos a fondo la situación, en-
trando con toda sinceridad en los errores que pudieron ser causa de gran-
des tragedias. Descubrimos que la mezcla imprudente de la política con la
pastoral hace mucho mal, y hemos acordado que todo agente de pastoral
respete completamente su trabajo pastoral, sin mezclarlo en implicaciones
de organizaciones políticas.
Por la tarde fue pasada en la radio la homilía ya que se grabó y así
pudieron escucharla también los que la interrumpieron en la mañana por
falta de corriente eléctrica.

LUNES, 5 de marzo
Desde hoy hasta el viernes 9 de marzo, he ido a hacer los ejerctcws
espirituales, a la casa "María Eugenia" de las hermanas de La Asunción,
juntamente con otros veinte sacerdotes. Los predicó el Padre Fermín
Aranguren, redentorista, a quien ayudó dos días el Padre Fabián Amaya.
Ambos nos dieron orientaciones muy certeras, muy oportunas, muy pro-
fundamente espirituales, muy actuales. El grupo se compactó en una uni-
dad encantadora y hubo mucha profundidad de reflexión. ¡Unos ejercicios
espirituales verdaderamente sacerdotales, de gran provecho para nuestro
Ministerio! ¡Gracias a Dios!.
Durante los ejercicios salimos a la reunión del Clero que fue el martes
en Domus Marie y donde se presentó el documento de Puebla y se dieron
algunos avisos prácticos para la vida de la Diócesis, principalmente en
Cuaresma y Semana Santa. Esa misma noche del martes, presidí la inaugu-
ración del curso de Formación en la Fe que ha organizado, por segundo
año ya, en la Vicaría de La Asunción, Flor Blanca, en la casa parroquial de
la Parroquia del Corazón de María. Este año funcionarán dos cursos ya que
harán su segundo curso, los que el año pasado iniciaron esta idea tan
oportuna de los sacerdotes de esa vicaría, unidos para una pastoral más de
acuerdo con nuestro tiempo. Al final, el agregado Cultural de la Embajada
de Estados Unidos, me ofreció su colaboración para la grabación más per-
fecta de las homilías de Catedral, lo cual acepté y agradecí.

VIERNES, 9 de marzo
Después de los ejercicios espirituales, por la tarde, tuve que ocuparme
en colaborar a la solución de la huelga de la Constancia y Tropical, que ya
lleva varios días sin poder solucionar el problema laboral.

SÁBADO, 10 de marzo
Invitado por la Conferencia Episcopal asistí a la entrega del documento
de Puebla a la Virgen de la Paz, según la iniciativa dada en Puebla de
llevar este documento a las patronas de todos los países de América.
Había invitado al Clero, religiosas y fieles y en gran número estuvimos
reunidos en la Iglesia del Rosario y de allí nos dirigimos a Catedral, para
tomar parte en la solemne celebración. El número de sacerdotes de la Dió-
cesis era el más grande, eran ochenta. La ceremonia había sido organizada
por los directivos de la Conferencia Episcopal. Se notó claramente la ex-
clusión de mi persona en la participación de la ceremonia. El pueblo me
tributó una aclamación inesperada a la salida, lo cual les he agradecido
profundamente.

Monseñor Aparicio, al llegar la procesión de entrada, explicó el objeti-
vo de la fiesta. Monseñor Revelo fue el encargado en exponer el resumen
del documento, después del Evangelio. Y el señor Nuncio, que precidió la
ceremonia, dijo al final unas palabras relacionando la devoción a la Virgen
y la evangelización en América Latina.
En el convento del Calvario, Monseñor Pablo Castillo y el Padre Villacorta
habían preparado, por invitación mía, una refacción que resultó un verda-
dero almuerzo para todos los sacerdotes de la Arquidiócesis.
Al regresar, me tenían la noticia de que habían llamado varias veces
del conflicto de la Tropical y La Constancia. Y junto con el Padre Rafael
Moreno hemos tratado de ayudar, hasta donde nos ha sido posible; toda
esta tarde invitando a dialogar a la parte patronal y a la parte de obreros.
Así hemos trabajado hasta muy entrada la noche. El Padre Moreno todavía
hasta en las horas de la madrugada. Pero no se llegó más que a una suge-
rencia, de que no se cerrara la posibilidad de dialogar, sino que por lo
menos se juntaran la parte patronal y la parte obrera para dilucidar cómo
podía hacerse el diálogo. Lo cual ya es una esperanza dado el ambiente tan
difícil, ya que hasta la misma fábrica, donde están los huelguistas, ha sido
rodeada por un fuerte cordón militar con toda clase de armas y nos pre-
ocupa la resolución trágica que pueden tener estas cosas.

DOMINGO, 11 de marzo
Desde muy temprano, el Padre Moreno y yo hemos tratado de conti-
nuar nuestra colaboración. La Comisión de Derechos Humanos, por su parte,
está influenciando para lograr este arreglo. En la homilía del domingo,
después del punto doctrinal de la Cuaresma, como renovación del Pueblo
de Dios, me he referido a los varios casos de nuestra situación, dándole
prioridad a la huelga de la Constancia y La Tropical.
El Padre Moreno quedó pendiente de cualquier llamada, ya que yo
tenía que ir a San Pedro Perupalán, lo cual tampoco me fue posible dada
la situación de tráfico, por motivo de la huelga. Y así tuve que autorizar al
Vicario del departamento de Cuscatlán, Padre Montesinos, y al párroco de
San Pedro Perulapán, Padre Solórzano, para que ellos administraran la con-
firmación a los jóvenes y niños que habían sido preparados.
En la capital, nuestra mediación, junto con otras actividades, han lo-
grado que se restablezca el diálogo, el cual se está realizando desde esta
tarde y creo que toda la noche del domingo.

LUNES, 12 de marzo
Celebré la Misa en el Colegio Cristóbal Colón, que inicia hoy una semana
josefina. Fue un espectáculo muy bello de juventud. Hablé de San
José como el hombre justo, o sea, el hombre que ha comprendido su
vocación en la vida y ha tratado de colocarse en el puesto que Dios le
designó para el conjunto de la historia y que esta es la vocación de todo
joven: Descubrir el proyecto de Dios y el puesto de cada hombre en ese
proyecto.
Al medio día fui a almorzar con los seminaristas menores de Chalate-
nango, donde compartimos una Eucaristía y un diálogo muy constructivo
para su vocación. Las hermanas de la Asunción y las hermanas Betlemitas
estuvieron presentes, ya que ellas trabajan en aquel departamento.
Por la tarde, asistí a la convivencia en San Antonio Abad con los jefes
de comunidades de aquellos diversos sectores. Dialogamos ampliamente a
la luz de la Palabra de Dios, y creo que ha habido nuevo ánimo para
continuar, a pesar de las situaciones tan difíciles que quedaron después del
asesinato del Padre Octavio y de los acontecimientos de Despertar.
Por la noche, continuaban los diálogos acerca de la huelga de La Cons-
tancia y La Tropical. Llevé personalmente a un obrero que pertenece a la
Comisión Negociadora. Lo llevé a la Cruz Roja donde están las dos partes
dialogando, ya que este joven pertenecía a la Comisión, pero no tenía con-
fianza de irse solo.

MARTES, 13 de marzo de 1979
Este día ha sido muy intenso. En la mañana continuaron las espectativas
de la negociación para entenderse la parte patronal y obrera de la Constan-
cia y La Tropical. La negociación se prolongó todo el día, hasta como a la
seis de la tarde. Mientras tanto, al medio día, hice mi grabación para el
programa del miércoles y fui a almorzar, invitado por un grupo de señoras
de la Colonia San Benito, donde hubo oportunidad de confrontar criterios
y me dió satisfacción de la inquietud espiritual que ha despertado la pre-
dicación de la Iglesia actual. Creo que es una oportunidad magnífica para
evangelizar a este sector tan difícil de la Diócesis. Y a través de un grupo
de señoras evangelizadas y de buena voluntad, como las que hoy estaban
en el almuerzo, siento que puede llevarse la Palabra de Dios a muchos
otros hogares.
Por la tarde hubo una reumon con los obreros de la Imprenta, los
cuales expusieron sus inquietudes de agruparse y de promoverse
cristianamente; al mismo tiempo que me denunciaron algunas anomalías
del taller. También llegaron dos jóvenes que estaban con audiencia para
tratar inquietudes de sus ideologías de violencia, de las cuales no quieren
ceder, a pesar del esfuerzo que he hecho por presentarles la fuerza del
amor cristiano. Creen que sólo la violencia puede resolver las actuales in-
justicias de nuestro país.
Por invitación del señor Nuncio fui a la Nunciatura, donde me ofreció
su colaboración para el asunto de la huelga. Me valí de esta buena volun-
tad para agradecerle y decirle que había una amenaza de que a media
noche, si no desocupan el local de La Constancia y de La Tropical iban a
proceder militarmente, lo cual podría traer mucha desgracia. Y ya que estaban
terminando las negociaciones, que él podría suplicar al Señor Presidente de
la República para que los cuerpos de seguridad evitaran cualquier acto de
violencia y tuvieran un poco de paciencia para que las negociaciones ter-
minaran en paz.
Esta noche cené en la casa del ingeniero Girón y de su señora María
Elena, donde no hubo tema especial, ya que tuvieron la buena voluntad de
hacerme un ambiente completamente de descanso.
Pero al regresar a la casa a las ocho y treinta de la noche, todavía hubo
que dialogar con representantes laicos de una vicaría que está promovien-
do mucho las comunidades de base y compartimos largo rato sobre esta
evangelización a base de pequeñas comunidades, rogándoles su colabora-
ción, aún frente a los párrocos para provocarles su buena voluntad y su
colaboración.
Tuve noticia de que había arreglado todo en la situación conflictiva de
la huelga de La Constancia y di gracias a Dios, a travéz de la radio, nues-
tra radio YSAX, y también mediante una entrevista que pidió Radio Sono-
ra. En ambas radios hice mi comentario agradeciendo la buena voluntad de
ambas partes, felicitándolos por su capacidad de diálogo y señalando, al
mismo tiempo que era necesario poner un esfuerzo para quitar las raíces
de esta situación que podrá provocar nuevos conflictos mientras no se arreglen
de raíz las situaciones.

MIÉRCOLES, 14 de marzo
Me informaron que la evacuación de los huelguistas y otros que habían
acompañado a los obreros en La Constancia y La Tropical se hizo con bas-
tante dilación. Pues apenas en la madrugada pudieron ser recibidos en el
salón de San José de la Montaña, a donde pidieron ir los obreros por tener
más confianza en la Iglesia. Lamento que a los sacerdotes pedidos por los
obreros para su protección no se les dió la debida atención de parte de los
cuerpos de seguridad. Ya que el Padre Cortés y el párroco coadjutor del
Calvario, que iban a cumplir este cometido, no se les dejó entrar al local ni
bajar del bus de la Cruz Roja, ni siquiera abrir las ventanillas de vidrio
para respirar aire puro. Y tuvieron que esperar allí las largas horas de la
noche, hasta casi el amanecer, en que se llevaron al salón de San José de
la Montaña.
Por la tarde visité y celebré la Misa en el noviciado de las Oblatas del
Sagrado Corazón en la Colonia Costa Rica.

CASSETE No 9
DIARIO del 15 de marzo al 10 de abril de 1979

JUEVES, 15 de marzo
Desayuné con los párrocos de la capital, con quienes tengo que arre-
glar alguna coordinación para la próxima Semana Santa, a fin de unificar
algunos actos y ponernos de acuerdo en una celebración conjunta . Acor-
damos, sobre todo, unificar el Domingo de Ramos entre el Calvario y Catedral;
darle a la procesión del Silencio de Concepción más atención pastoral; ya
que es una inmensa masa que nadie controla. Para ésto tendré una alocu-
ción al principio y se seguirá transmitiendo desde la YSAX una animación,
invitándo a otros párrocos a que celebren actos a esta hora, ya sea proce-
sión del silencio también en las otras parroquias, o algún otro acto que
congregue a la gente, a fin de descongestionar esa muchedumbre y apro-
vecharla para la reflexión de la Semana Santa. Igualmente, la procesión del
Santo Entierro, la animaremos desde la radio para todas las parroquias que
quieran aprovecharse de esa animación radiofónica.
Insistí en que le diéramos toda la importancia a la vigilia Pascual y
que se llevaran, sobre todo, comunidades y jóvenes porque la vamos a
hacer temprano, a las siete de la noche en la Catedral.
Como este día me sentía un poco indispuesto de salud, suspendí un
almuerzo con don Pepe Simán y el viaje a Monte San Juan donde debía ir
a dar posesión al nuevo párroco, Padre Benjamín Rodríguez. Siento que
esta supresiones no me dejan satisfecho, quisiera cumplir lo que he prome-
tido, pero la salud a veces no responde y a ésto se junta, tal vez, un poco
de negligencia de mi parte.
Por la noche, sin embargo, tuve una reumon muy animada y muy
simpática con los jóvenes del Seminario Menor de la Arquidiócesis, en San
José de la Montaña, que se prolongó por unas dos horas, en la que los
muchachos expresaron inquietudes muy interesantes, propios de su edad y
de su vocación.

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