El sol dejó de intentarlo.
El sol no tiene compañía,
con el universo no encaja bien.
No quiere ser rechazo, pero desea lograrlo ésta vez.
Lo intentó, nuevamente.
Como respuesta, lo de siempre:
"Eres muy grande, no cabes".
"Lastimas a todos, lo sabes".
El sol está cansado,
ya no quiere estar desahuciado.
Quiere una mano amiga,
alguien que le tenga estima.
"Aquí a nadie le caes bien",
dicen las envidiosas estrellas.
"Te crees mejor que todos",
dicen los celosos planetas.
El sol ya no soporta lo que dicen
de trás de él.
Sí hubiera alguien que lo quisiera,
al menos, por una vez.
"Ahí viene el bicho grande y raro",
le gritaron todos los astros.
"No te queremos, bola de fuego".
"Mejor vete, bola de caos".
El importante y triste sol
halló, en el universo, un rincón;
donde enterró las esperanzas
de encontrar un buen corazón.
El sol dejó de intentarlo
y, finalmente, se rindió,
de hacerles saber a los astros
que no era tan malo el sol.
Tomado de la red