Dicen que somos dos locos de amor, que vivimos de espaldas al mundo real, pretendiendo lograr de la gente un favor, que nos dejen querernos en paz.
Tienen envidia de vernos así, abrazados y alegres cruzar la ciudad y quisieran cortar este amor de raíz, que ellos nunca pudieron lograr.
Yo sin tus labios me muero de sed, sin los míos también tú no puedes estar, nos queremos los dos, que le vamos a hacer, si la vida nos quiso juntar.
Tengo mis ojos tan llenos de ti, que en mi cuerpo, cariño no queda un rincón, donde no mandes tú, que este amor que te di, es el pulso de mi corazón.
Solo en tus brazos me siento feliz y me duermo despierto con dulce quietud, escuchando al compás sonreir junto a mí, el aliento de tu juventud.
Dicen que somos dos locos de amor, que vivimos de espaldas al mundo real, pretendiendo lograr de la gente un favor, que nos dejen querernos en paz.