El duende, sin embargo, se confunde y vierte el jugo en los ojos de Lisandro, quien se enamora de Helena. Para corregir el error, Oberón vierte el jugo también en los ojos de Demetrio, que se enamora de la misma mujer.
Paralelamente, la reina de las hadas se enamora de uno de los actores, Bottom, a quien Puck hechizó poniéndole una cabeza de asno. Finalmente el drama se soluciona con ambas parejas de humanos ya correspondidos y con el permiso de casarse libremente.