Title

Title

Por favor ingresa o regístrese.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

Administración: ღღ Cloncita ღღ Moderador Global: ღღ Carlos ღღ

Atención: Te quedan 2 páginas para ver hoy.

Autor Tema: Diario de San Óscar Romero 13 de marzo_1980  (Leído 7 veces)

0 Usuarios y 3 Visitantes están viendo este tema.

Desconectado ❄️Nerejda❄️

Diario de San Óscar Romero 13 de marzo_1980
« on: 09 de Febrero de 2025, 10:31:47 pm »
Diario de San Óscar Romero 13 de marzo de 1980
AUDIOS EN ESTE ENLACE


Jueves 13 de marzo de 1980
En la reunión de Curia perfilamos el personal del Senado y de las vicarías, los vicarios de las diversas vicarías de la Diócesis, y acordamos hacer unas observaciones, un documento, en que expresemos nuevamente nuestra esperanza de una renovación, así como se han renovado las Personas.
Esta mañana hubo bastante visitas, pero la principal fue la del Movimiento de Profesionales Independientes, una Organización que ya cuenta con ciento cincuenta miembros, entre profesionales y técnicos, que creen haber encontrado su ubicación en el proceso del pueblo, y que, sin partidarizarse políticamente en un sólo sentido, quieren ser como un centro de iluminación y de promoción de toda la política del país. Platicamos bastante ampliamente y vi que había muchas coincidencias entre el pensamiento de la Iglesia y el pensamiento de ellos. De allí que terminamos ofreciéndonos nuestros mutuos servicios, tanto los de la Iglesia en sentido pastoral, como los de ellos en sentido profesional y técnico.

Vino al mediodía el señor Nuncio de Costa Rica para ver, en el mismo lugar, la situación de nuestro Arzobispado y del Seminario San José de la Montaña. Tratamos de evidenciarle que no había tal interferencia como acusan los señores Obispos, pero se nota en el señor Nuncio siempre una predisposición que, sin duda, ha sido el encargo que se le ha dado. De allí su insistencia en que procuremos, cuanto antes, hacer nuestra oficina arzobispal y dejar todo el edificio para el Seminario, lo cual ya es mi mentalidad desde hace mucho tiempo, sólo que, económicamente, nos faltan los medios; pero, con la ayuda de Dios, y le dije al señor Nuncio, cabalmente, se presentaba en ese momento el Ingeniero Galván, que es testigo de nuestros esfuerzos en este sentido. Fue a almorzar conmigo al hospital, donde después de almuerzo con las religiosas, compartimos con él más íntimamente sus últimas recomendaciones, siempre en el sentido de que soy yo bastante culpable de la desunión de los obispos, a pesar de mis sugerencias de recordarle la reunión de ayer, y que él tuvo que reconocer que había bastante apasionamiento, sobre todo, en Monseñor Alvarez y Monseñor Aparicio.

No obstante, reconocer este apasionamiento y ese aspecto personal contra mí, él insiste en que debo de ceder hasta donde sea posible, lo cual es también mi pensamiento, pero no en lo sustancial cuando se trata de ser fiel al Evangelio, a la doctrina de la Iglesia y, sobre todo, a este pueblo tan sufrido que cuesta que lo comprendan.

Después de siesta, salí con el Padre Alliet a visitar a la comunidad belga de religiosas que está en Santiago Texacuangos. Pasamos unos momentos muy cordiales y felices con aquella comunidad, por que está trabajando intensamente, sobre todo en el campo de la salud, y que son ellas expertas en enfermería y tienen casi un hospital, diríamos, una asistencia de salud muy competente en lo que fue el convento y hoy, podemos decir, es un centro asistencial, muy bien surtido.
Al regresar, platicamos con periodistas de Italia, de Venezuela y de Norteamérica. Una entrevista bastante profunda sobre el pensamiento de la Iglesia, sobre todo en materia de violencia y ante las reformas del país.

Doña Inge de Gavidia también vino en nombre de Cáritas y cenamos juntos para platicar sobre este problema que para mi es de mucho interés, ya que se trata de organizar la caridad en la Arquidiócesis.
A las siete y media de la noche tuvimos la reunión con el Seminario Menor que resultó muy simpática, después de expresarles que nuestras relaciones de obispo y seminaristas tienen que ser a base de fe y en un sentido muy sobrenatural de obediencia y de comprensión. Surgieron mucha preguntas, un diálogo interesante sobre la vocación, en que llegamos hasta contar los orígenes de nuestra vocación. Comencé yo por contar el mío y ellos también sintieron mucha confianza de contar por dónde el Señor les había llamado. Yo les pedí que hicieran un relato personal, ya
que no había dos vocaciones iguales y que serviría de mutua edificación.

Hacia las nueve y media de la noche salí a visitar a los jesuitas, al Padre EllaCuría y al Padre Jerez, que está recién regresado de Roma, y al Padre Jon Sobrino que ha regresado también del Congreso de Teólogos del Tercer Mundo en Brasil todos ellos me refirieron aspectos muy positivos de sus relaciones en su viaje, acerca de la seguridad con que se apoya mi trabajo pastoral. Es admirable cómo en otros países se comprende con mucho cariño este trabajo de tanto sacrificio, mientras interiormente, mis hermanos Obispos parecen tan incomprensivos de este trabajo que, sinceramente, quiere ser un servicio a Dios y al Evangelio.
¡Pido al Espíritu Santo que me haga caminar por los caminos de la verdad y que nunca me deje llevar ni por los halagos ni por los temores de ofender a nadie más que a Nuestro Señor!.

Fuente: Diario de Mons. Óscar A. Romero, páginas: 425-426
Bienvenido a Rincón Hispano "Regístrate"