Personajes
Antígona, hija del rey Edipo. Comparada con su bella y dócil hermana, se la retrata como una heroína que reconoce su deber familiar.
Sus diálogos con Ismene ponen de manifiesto que ella es tan tozuda como su tío. En ella, el ideal del personaje femenino es subrayado con trazo grueso. Desafía el decreto de Creonte a pesar de las consecuencias con las que puede tener que enfrentarse, para honrar a su difunto hermano.
Ismene: hija de Edipo. Sirve como complemento a Antígona, presentando el contraste en sus respectivas respuestas al decreto real. Considerada la hermosa de la familia, es más respetuosa con la ley y obediente a la autoridad. Duda en si enterrar o no a Polinices, pues le teme a Creonte.
Creonte: actual rey de Tebas, tío de Antígona, Ismene y Polinices. Ve a la ley como la garantía de la felicidad personal.
También se le puede ver como un héroe trágico, que lo pierde todo por sostener aquello que él cree que es lo correcto. Incluso cuando se ve forzado a modificar su decreto para complacer a los dioses, primero se dedica al muerto Polinices y sólo después va a liberar a Antígona.3
Eurídice: reina de Tebas, esposa de Creonte, madre de Hemón. Aparece hacia el final, y solo para oír la confirmación de la muerte de su hijo Hemón. En su dolor, se suicida, maldiciendo a Creonte a quien culpa de la muerte de su hijo.
Hemón: hijo de Creonte y Eurídice, prometido de Antígona.
Demostró ser más razonable que Creonte, intenta razonar con su padre en beneficio de Antígona.
Sin embargo, cuando Creonte se niega a escucharle, Hemón se marcha enfurecido y grita que nunca lo volverá a ver. Se suicida después de encontrar a Antigona muerta.
Corifeo. Es el ayudante del rey (Creonte) y el líder del Coro. A menudo se le interpreta como un consejero cercano al rey, y por lo tanto un amigo íntimo de la familia. Este papel se subraya al final cuando Creonte elige escuchar el consejo del Corifeo.
Tiresias: adivino anciano, ciego. Sus predicciones llevarán al entierro correcto de Polinices.
Retratado como sabio y lleno de sensatez, Tiresias intenta advertir a Creonte de su locura y le dice que los dioses están enfadados.
Consigue convencer a Creonte, pero es demasiado tarde para salvar a la impetuosa Antígona.
Coro de los ancianos de Tebas (también representa la voz del pueblo). Al principio es respetuoso con el rey.
Su propósito es comentar la acción en la obra y añadir más suspenso y emociones, así como conectar la historia con los mitos.
Conforme progresa la obra, aconsejan a Creonte que se modere.
Sus peticiones convencen a Creonte de que salve a Ismene. También le aconsejan que siga el consejo de Tiresias.
Guardián.
Mensajero.
Polinices-Eteocles.