Diario de San Óscar Romero_25 de enero

[❄️Nerejda❄️]

Diario de San Óscar Romero_25 de enero
Viernes 25 de enero de 1980
Esta mañana, la provincial de las Carmelitas Misioneras de España, congregación que se ha encargado de cuidar el Policlínico Salvadoreño y dos comunidades de base de la archidiócesis, Plan del Pino y La Laguna en Chalatenango. Hablamos en detalle sobre el trabajo que hacen y sobre la situación del país. Mostró su satisfacción por trabajar con esta Iglesia, por lo que le agradecí.

También en la mañana vino un comité de PUCA, Partido de la Unión Centroamericana, a pedirme que use el peso de la Iglesia en pro de la unidad de Centroamérica, que creen que sería la mejor solución para la crisis de cada país. en América Central Me piden concretamente que les ayude a obtener la "personalidad jurídica"292 ya que se le asignen las oficinas y funciones de la ODECA a este partido, que puede involucrarse mejor en los asuntos centroamericanos.

Al mediodía vino el obispo [Luis] Bambaren. Es obispo de una diócesis [Chimbote] en Perú y presidente de la Comisión de Asuntos Sociales del CELAM. Dijo que había venido expresamente a visitarme y también a invitar a un representante a la próxima reunión de esta comisión del CELAM, que se realizará en Panamá. Cuando le dije que el presidente de esa comisión en la conferencia episcopal de El Salvador era el obispo Aparicio, me dijo que no le gustaría que viniera por las experiencias que tuvieron en Puebla, cuando el obispo causó un gran malestar. Dijo que sería mejor invitar a alguien más para que viniera, aunque solo fuera un invitado. Lo hicimos hablando por teléfono con el obispo Rivera, quien aceptó la invitación con mucho gusto.

Hablamos mucho con el obispo Bambaren sobre nuestra situación. Sentí que era muy comprensivo. Está de acuerdo con la dirección pastoral de nuestra arquidiócesis, ya que en el Perú sigue una línea similar y también ha sido objeto de malentendidos, como lo estamos nosotros aquí.

Se quedó en mi habitación aquí y compartió la vida de esta comunidad. Mientras él salía, tuve una reunión con los vicarios generales y los cancilleres para hablar de mi ausencia durante mi viaje a Bélgica. Monseñor Urioste piensa que no debo ir, dada la gravedad de las circunstancias del momento. Pero, pensándolo bien, creo que, como dijo el padre Juan Deplanck de Bélgica, será bueno para la Iglesia y fortalecerá nuestra dirección pastoral con el honor que me tiene preparado la Universidad de Lovaina. Por eso pienso que debo ir y ausentarme de aquí por el menor tiempo posible, un período de unos cinco a siete días, dando suficiente autoridad a los que estarán a cargo de la cancillería.

Fuente: Archbishop Romero’s Diary, pages: 460-461
Traducido del Inglés por Nerejda
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[❄️Nerejda❄️]

TEXTO EN INGLÉS_Archbishop Romero’s Diary_January
Friday, January 25
This morning, the provincial of the Spanish Missionary Carmelites, a congregation that has taken charge of caring for the Salvadoran Policlinic and two base communities in the archdiocese, Plan del Pino and La Laguna in Chalatenango. We talked in detail about the work that they do and about the situation of the country. She showed her satisfaction in working with this Church, for which I thanked her.

Also, in the morning a committee came from PUCA, the Central American Union Party, to ask me to use the weight of the Church on behalf of the unity of Central America, which they think would be the best solution for the crisis in each country in Central America. They ask concretely that I help them to get the "juridical personality"292 and to get the offices and functions of ODECA assigned to this party, which can better involve itself in the Central American matters.

At noon, Bishop [Luis] Bambaren came. He is the bishop of a diocese [Chimbote] in Peru and president of the Commission for Social Affairs of CELAM. He said that he had come expressly to visit me and also to invite a representative to the next meeting of this commission of CELAM, which will take place in Panama. When I told him that the president of that commission in the episcopal conference of El Salvador was Bishop Aparicio, he told me that he would not like for him to come because of the experiences they had in Puebla, when the bishop caused great discomfort. He said that it would be better to invite someone else to come even as only a guest. We did this, talking by telephone with Bishop Rivera, who accepted the invitation with pleasure.

We talked a good deal with Bishop Bambaren about our situation. I felt that he was very understanding. He agrees with the pastoral direction of our archdiocese, since he follows a similar line in Peru and has also been the object of misunderstandings, as we are here.

He stayed in my room here and shared the life of this community. While he went out, I had a meeting with the vicars general and the chancellors to talk about my absence during my trip to Belgium. Monsignor Urioste thinks that I should not go, given the gravity of the circumstances of the moment. But, on thinking it over, I think it will, as Father Juan Deplanck from Belgium said, be good for the Church and will strengthen our pastoral direction with the honor that the University of Louvain has prepared for me. For that reason, I think that I should go and be absent from here for the shortest time possible, a period of some five to seven days, giving sufficient authority to those who will be in charge of the chancery.

Notes
292 A kind of legal recognition that enables qualifying organizations to function.

Fuente: Archbishop Romero’s Diary, pages: 460-461
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